El once de junio de este año, se dio inicio al Programa de Capacitación Docente por parte de la Universidad Federico Villareal y otras casas de estudios superiores, entre las cuales se encuentra la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Me remito a lo ocurrido en la UNFV durante las semanas pasadas.
El programa de capacitación docente, contempla el dictado de cursos de razonamiento verbal, razonamiento matemático, currículo, etc. a profesores de los niveles de inicial, primaria y secundaria. Esta iniciativa fue decretada desde inicios de este año, cuando en el aire se sentía todavía, los rezagos de las protestas de los maestros que se oponían a la Ley de Carrera Pública Magisterial.
En esta oportunidad no deseo abordar el tema de la ley y su importancia, sino un asunto particular respecto a este Programa de Capacitación.
Los maestros, la mayoría de los distritos de Breña y La Victoria, han asistido todos los sábados durante cinco meses, de 8 am. a 7pm., a los centros donde se llevó a cabo esta capacitación. Evidentemente, la asistencia de estos docentes no solo traerá consecuencias positivas para los miles de alumnos que se verán beneficiados con docentes capacitados, sino también deja ver una intención responsable de los maestros. Sin embargo, han ocurrido ciertos problemas que pueden oscurecer la iniciativa.
El Ministerio de Educación se comprometió a cancelarle a cada maestro que se capacitara, la suma de 50 nuevos soles por mes de capacitación; vale decir, que cada maestro sería favorecido con una suma de 250 nuevos soles al término del programa. Algunos podrían decir, y lo menciono porque he escuchado este discurso, que es el colmo que a los maestros se les pague por capacitarlos cuando se trata de un “favor” que le hace el Estado a cada uno de ellos; sin embargo, hay otro punto a considerar.
Para asistir durante estos días a las capacitaciones, los maestros han debido movilizarse (pasajes), almorzar, sacar copias, etc. Pero lo más importante, es que algunos (o más que solo “algunos”) solían trabajar los días sábados de manera particular y con ello obtenían ingresos extra siempre necesarios, sobre todo si tomamos en consideración los sueldos que reciben los maestros en nuestro país. En ese sentido, no considero injusto el monto asignado ya que, además, si el Ministerio de Educación se comprometió a pagarlo, asumo que habría habido una consideración previa en el presupuesto de dicho ministerio. Entonces todo bien, y la iniciativa era digna de elogio.
Este Programa de Capacitación tenía planeado concluir el fin de semana pasado con dos exámenes a los maestros; uno el día sábado, elaborado por el Ministerio para tener una idea de la calidad de la capacitación y otro el día domingo, elaborado esta vez por los capacitadores de la institución correspondiente.
Para hacer un examen detallado de este programa de capacitación es preciso cruzar información a la cual no he accedido todavía; por lo pronto, basta decir una cosa: al parecer el sílabo entregado por el Ministerio de Educación resultó ser muy amplio y ello no permitía delimitar los logros exactos; por ello, el examen del día sábado no fue proporcional con lo enseñado durante el programa.
Ahora bien, el asunto problemático tiene relación, para variar, con el dinero. Algunos meses después de iniciado el Programa de Capacitación, los docentes empezaron a preguntarse cuándo recibirían la partida ofrecida. Lo lógico, pensaron, es que entregaran la suma de 50 nuevos soles cada mes; sin embargo ello no ocurrió. Algunos maestros, empezaron a quejarse respecto de esta “demora” en el pago y por ello, recibieron al cabo de un par de meses, 50 nuevos soles. Solo quedaban 200.
Sin embargo, el sábado pasado (día de la evaluación final a cargo del Ministerio de Educación) la mayoría de profesores se negó a dar el examen pues temían que luego no se les pagara lo ofrecido. Los profesores que se dirigieron a sus aulas con el fin de rendir sus respectivos exámenes vivieron momentos tensos cuando los que seguían en el patio trataban de boicotear el examen difundiendo rumores sobre la anulación del mismo e incluso, golpeando las puertas de los salones en los cuales el examen se estaba resolviendo.
Finalmente, los que rindieron el cuestionado examen se vieron en un nuevo problema cuando, se discutía sobre la validez del mismo pues habían sido resuelto por pocos maestros. El Ministerio no se ha pronunciado al respecto y estos maestros siguen a la espera de una respuesta para saber si vale o no vale el examen rendido.
Ahora bien, resulta una irresponsabilidad del Ministerio de Educación no haber previsto estas reacciones. Hubiera resultado sencillo entregar la cantidad ofrecida cada mes, o en todo caso, fijar las reglas de pago desde un inicio. Durante los cinco meses transcurridos, algunos maestros afirmaban que la UNFV decía no haber recibido nada por parte del Ministerio y, el representante del Ministerio declaraba lo contrario. En realidad, había improvisación también en este terreno y ello ha provocado que el final del Programa de Capacitación Docente se enturbie de manera innecesaria.
Es preciso esperar, por un lado, la respuesta del Ministro respecto a la validez o invalidez de los pocos exámenes resueltos. Presumo que serán válidos puesto que no le conviene desatar otra protesta por más pequeña que sea y habría que ver qué tan positivo resulta esto puesto que el examen fue resuelto en un contexto difícil y bajo presión. Por otro lado, se debe esperar también la solución que se dará a la cuestión del pago a los maestros.
Cabe aclarar que no considero necesario el pago a los profesores; sin embargo, tomando en cuenta las razones enunciadas párrafos arriba y el compromiso del Ministerio de Educación a inicios del programa, es preciso que se cumpla con lo acordado. Esperemos que no sea muy difícil.
Fuente: Laura Arroyo Gárate
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