EL AÑO DE LA INCOHERENCIA

Luego de una relajante salida de Lima por las fiestas de fin de año, regreso a la realidad con una sonrisa inversa. La noticia sobre la homologación de sueldos de los ministros ha caído como agua fría en la cara de muchos peruanos que ven en dicho hecho un golpe a sus propios bolsillos. Fuera de la explicación más detallada, que haré más adelante, lo cierto es que la movida realizada por los ministros, por idea del presidente García, es lo menos “políticamente correcto” que he visto. Realmente, la metida de pata ha sido hasta el fondo.

Pero ¿qué rayos es la homologación?

En el artículo 39 de la constitución se menciona que los ministros y los congresistas pertenecen a la misma categoría, entonces, amparándose en este artículo, Alan García “sugirió” (como si en verdad “sugiriera” las cosas) que los sueldos de los ministros se homologaran con los de los congresistas que, hace algunos meses, eliminaron el rubro de “gastos operativos” con lo cual aumentaron sus remuneraciones puesto que, ya no debían rendir cuentas sobre este anterior rubro, sino hacer uso de él como creyeran conveniente.

Ahora bien, si ahí terminara la cosa, pintar una cana sería más simple y menos opositora, pero la razón por la cual escribo indignada es justamente, porque ahí NO acaba la cosa.

Empecemos con el hecho concreto de que los congresistas perciben una remuneración llamada “Asignación por gastos operativos”, sobre la cual ya no tienen la obligación de rendir cuentas; sin embargo, dicho monto NO es considerado en las gratificaciones, veamos:

“De acuerdo con el proyecto aprobado, el monto de S/.7.617,20 mensuales que percibía un parlamentario por concepto de gastos operativos se sumará ahora al sueldo de cada legislador. Sin embargo, dicho monto no tendrá carácter remunerativo ni pensionable y estará afecto al pago del Impuesto a la Renta. Dicha suma tampoco se podrá utilizar para el cómputo de la compensación por tiempo de servicio (CTS).” (noticia completa click aquí)

Sin embargo, los ministros olvidaron ese pequeño detalle y recibirán gratificación por TODO el nuevo sueldo, el homologado; vale decir, AUMENTÓN y FIESTÓN NAVIDEÑO.

Y aún no acaba la cosa. Tata ta taaaan….¿listos? Este aumento es ILEGAL. Tal como lo leen señores y señoras, I-L-E-G-A-L.

“El 11 de diciembre del 2008 se promulgó la Ley de Presupuesto para el Sector Público 2009 (Ley 29289). En su artículo 5, esta ley establece que en las entidades públicas “queda prohibido el reajuste o incremento de remuneraciones, bonificaciones, asignaciones, retribuciones, incentivos y beneficios de toda índole, cualquiera sea su forma, modalidad, mecanismo y fuente de financiamiento.” (noticia completa click aquí)

¿Lo ven? Aquí hay otro tema evidente y es que se está violando esta Ley de Presupuesto que ha sido promulgada en este mismo régimen poco antes de fiestas (así que no creo que se hayan olvidado) y con lo cual queda claro que si a García se le antoja algo, no hay quien se lo impida.

¿Y a dónde nos va a llevar eso?Ahora bien, no vale tampoco contradecir lo que en este mismo espacio hemos repetido casi desde el inicio del gobierno. La idea de bajar los sueldos a los funcionarios públicos fue una medida bastante mediática del compañero García quien no advirtió que este momento llegaría temprano o tarde y que, a partir de un error para llevarse bien con la población, ahora está nuevamente en el embrollo y seguro, esta medida afectará su aprobación presidencial.

Seamos lógicos ¡caramba!, ¿cómo puedes pronunciar hablar de la “crisis” y la importancia de estar juntos frente a ella y que el 2009 será un año duro; y luego subir sueldos a ministros? El contexto hace que esta noticia sea recibida como una bomba. ¿Qué unión nacional? Es lógico que muchos peruanos nos sintamos indignados porque este no es asunto de si deben o no ganar tanto los ministros pues, siendo franca, es preciso que para tener a buenos profesionales en los ministerios es preciso también darles buenos sueldos; sino se trata de un contexto particular, del respeto a los peruanos, de los dobles discursos, de los errores del mandatario que sigue queriendo tapar con un dedo, etc.

Por eso, este año podría también llamarse "El año de la incoherencia" y el Presidente le haría honor al nombre.

Fuente: menoscanas.blogspot.com

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