¿Por qué la India dijo no?
“One Laptop per Child” o “Una portátil por niño” es una iniciativa mundial para que los niños de países desfavorecidos tuviesen acceso a una PC en condiciones de igualdad, es decir, con el acceso equivalente al de un niño promedio en los países del primer mundo. Ciertamente, para cualquier apasionado por las TIC, la oportunidad es, por decir lo menos, estimulante. Es una forma de asegurar una implementación a bajo costo, pues no parece ser mucho 100 dólares por PC (a los que siempre hay que agregar costos colaterales inevitables, como los seguros y el transporte y embalaje, por ejemplo).
Sin embargo, la implementación no es la única tarea de la integración de las TIC en la educación. Y, yo diría, no es la más importante ni a la que el Estado debe dedicarse con prioridad. La implementación es una secuela del crecimiento del mercado. El mercado de venta de PC ya se ha estabilizado en los países desarrollados y el crecimiento no será lo suficiente para impactar con cifras de dos dígitos. Por lo tanto, para enrolar en la espiral de consumo a las áreas no tocadas suficientemente las PC tienen que bajar o ser de otro modo, como lo revelan los experimentos de Microsoft con Origami, los PDA que se hacen más imponentes, los celulares que multiplican sus características, los portátiles que se hacen más baratos, etc. Si bien el mercado no hace labor social, bastarán ciertos impulsos estatales para que la implementación se pueda efectuar en muchas áreas por los mismos pobladores. El Estado sólo deberá rendir cuentas de la implementación completa en las zonas a las que el mercado va a tardar en alcanzar o de pobreza tal que imposibilite la auto-gestión (aunque no se crea que aun allí las posibilidades son negadas… hay sorpresas).
En países con una nutrida población y una diversidad socio-cultural abundante, como el Perú y la India, el problema de la implementación no es el decisivo, lo importante es cualquier medio que permita, de manera económica, mejorar la calidad de la enseñanza y del aprendizaje. No es que a la India le falte un interés en la implementación tecnológica, es consciente de la importancia de la tecnología y tiene una serie de iniciativas propias de implementación, con hardware y software propios (es un “donante” importante de ingenieros de software para los EEUU).
Quizá es que desea recalcarse que el aspecto pedagógico es más importante que el aspecto técnico (tecnológico), o, dicho en otras palabras, lo importante es tener profesores que tengan el conocimiento y la capacidad suficiente para crear o adaptar metodologías para hacer aprender más a sus estudiantes, incluso en situaciones de carencia. Y, para ello, lo importante es capacitarlos y evaluarlos constantemente, premiar los buenos resultados, hacerlos cooperar entre sí y con la comunidad. En este aspecto de mejora de la enseñanza, sí es recomendable mejorar e incrementar los medios y materiales de capacitación. Aquí sí las TIC pueden tener un papel importante y eficaz.
Creo que esto es lo que significa la peculiar negativa de la India al proyecto de Negroponte. Cito la cita del medio The Register al respecto:
The Indian Ministry of Education dismissed the laptop as “pedagogically suspect”. Education Secretary Sudeep Banerjee said: “We cannot visualise a situation for decades when we can go beyone the pilot stage. We need classrooms and teachers more urgently than fancy tools.”
Banerjee said if money were available it would be better spent on existing education plans.
Banerjee told the Hindu: “We do not think that the idea of Prof Negroponte is mature enough to be taken seriously at this stage and no major country is presently following this. Even inside America, there is not much enthusiasm about this.”
Banerjee said if money were available it would be better spent on existing education plans.
Banerjee told the Hindu: “We do not think that the idea of Prof Negroponte is mature enough to be taken seriously at this stage and no major country is presently following this. Even inside America, there is not much enthusiasm about this.”
La portátil es “pedagógicamente sospechosa“, no se corresponde con una situación donde se necesitan “salones de clase y profesores con más urgencia que herramientas de lujo“. No niego que el intento de Negroponte es sincero y motivado por preocupaciones reales. Y que está en la línea de una pedagogía constructivista, como lo atestiguan las herramientas que incorporan las OLPC, por ejemplo, hay que ver lo que desarrollan en su wiki y lo que se ve en las capturas de pantalla como ésta. Ése no es el asunto. Tampoco niego que estén diseñadas pensando en entornos difíciles y que tengan una mejor tecnología que otras soluciones para esos entornos. Pero la conectividad, por ejemplo, para el acceso a Internet, es considerado un ítem importante que requeriría una inversión adicional alta. Por otra lado, la exigencia mínima de un millón de OLPC llega a ser excesiva.
Tal vez todo esto unido nos permita comprender por qué la India no se entusiasma con el programa. Tal vez sea un caso de buenas intenciones que no ha nacido de una convergencia entre los supuestos beneficiarios y los propugnadores, sino de una preocupación estimable pero, a la postre, ineficaz (al menos en ciertos contextos). En fin, lo esencial de la negativa reside, creo, se basa en aplicar los mismos criterios fundacionales de la tecnología al problema educativo: ¿cuál es la solución eficiente y eficaz para MI realidad social-cultural-geográfica? Para la India, así como para el Perú, la respuesta no es la tecnología de punta en forma de aparatos. Tal vez la respuesta esté en crear un cambio de actitud en los profesores: “seamos más eficientes y eficaces”. Eso creo que sería la mejor manera de integrar la tecnología en la educación.
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