El artículo publicado por Alan García refleja a las claras la enfermedad intelectual de nuestro presidente: Es bipolar ideológicoAunque no soy psiquiatra, y ojo que García necesita uno urgente, no me referiré a su estado mental evidente, sino más bien a la bipolaridad ideológica de nuestro presidente. Este ha pasado de la izquierda megalómana al nuevo revolucionario del capital. Cuando las personas reciben formación política, tal como la recibió él, siempre se debe notar cierta coherencia de ideas, concordancia entre lo dicho y lo actuado y sobre todo un sustento, aunque sea autoconsistente, de las ideas que se profesan.
Sin embargo García, que gano por estrecho margen, al candidato antisistema y enfrentando frontalmente a la “candidota” de los ricos, los cuales no tuvieron ningún empacho en darle no solo la espalda sino un puntapié cuando encontraron a un García servil y totalmente entregado a los encantos del mercado, ese mercado imperfecto que permite los abusos a los usuarios de Telefónica, que aplaude a rabiar cuando las empresas mineras se llevan no solo los minerales de todos los peruanos sino que a unos precios ridículos y se contenta cuando “voluntariamente” nos regalan unas migajas mientras que los pueblos se mueren por el hambre la contaminación. Nos habla de que el Capital resolverá los problemas de pobreza y sin embargo nadie escucha a los mineros de Shougang que hartos del maltrato se van a la huelga a pesar que serán despedidos y nadie los defiende.
El gran problema de García es que su bipolaridad esta activa, sin embargo su reloj histórico siempre esta atrasado por lo menos 15 años. Cuando gobernó del 85 al 90 trato de aplicar un modelo económico que se batía en retirada hacia ya algunos años. Ahora nuevamente el Sr. García llegando 15 años retrazado intenta imponer un modelo neoliberal a rajatabla, en actitud totalmente intolerante insulta a todo aquel que tenga la osadía de no pensar como el, bailar al ritmo que este le impone y que solo es una comparsa de los grandes grupos económicos.
Yo espero que el nuestro presidente nos deje de hablar de los engañosos indicadores macroeconómicos, los cuales están seriamente distorsionados debido a que hace casi 15 años no hay un censo económico, y espero que nos explique que ha hecho su gobierno para salir del puesto 58 en el ranking de competitividad, o cual es el plan de acción para salir del puesto 131 en el nivel de educación primaria. Aquí no existe más que silencio.
Mientras por un lado estamos a punto de lograr el grado de inversión en el Perú, por el otro la educación, la única esperanza del pobre para dejar de serlo y no el trabajo con mano de obra no calificada mal pagada y peor tratada se encuentra vergonzosamente abandonada.
El gran dilema de García es que el cree que esta jugando un partido aparte con la historia, donde sus principales logros serán el alto crecimiento que alcanzo nuestra economía y todas las obras que hizo durante su segundo gobierno, para esto necesita que sus proyecciones de inversión privada no se le vengan abajo y es por ello que defiende a Majaz hasta la muerte, porque si estas empresas no entrar no logrará cumplir con sus planes del Marco Macroeconómico Multianual y por tanto no habrá crecimiento, tampoco obras y por tanto su revancha histórica será opaca y anecdótica. El giro a la derecha es por tanto un arranque de vanidad.
Fuente: La bitácora del salmón.
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