CLIMA LABORAL

Como ustedes saben, los estibadores portuarios están en huelga. Muchos, como el presidente de ADEX, los tildan de “delincuentes” y otros, como la ministra de comercio exterior y turismo, los culpan de “crearle mala imagen al país”. Pero dentro de todos los comentarios producidos respecto a este tema, el que más llamo mi atención, es el dado por la señora Clorinda Velásquez, conductora del programa “Pulso empresarial” de la emisora CPN, quien textualmente, dijo: “La verdad, que…este tipo de actitudes a uno lo desanima, lo desalienta., el país está creciendo…

”Señora Velásquez, no desnude tan sinvergüenzamente su ultraderechismo. Usted no cree en los derechos laborales, y quienes escuchamos su programa lo sabemos. Esas entrevistas sobonas y sumamente complacientes a los miembros del gobierno y empresarios, así lo confirman. Por supuesto, a los dirigentes gremiales, no los trata con tanto cariño.

Pero en fin. No era este el tema del cual quería escribir. Quería hacer un comentario sobre la forma en la que en este país, cuando un sindicato decide irse a la huelga, se le responsabiliza de todo. A los miembros del SUTEP los culparon por la baja calidad de la educación, a los médicos de la falta de medicinas en los hospitales y ahora a los estibadores portuarios, son quienes tienen que tolerar la avalancha de criticas, insultos y calumnias.

Lo cierto es que los estibadores, reclaman un mejor trato. Si bien se les cumple con sus ocho horas de trabajo. No les dan siquiera 15 minutos para tomar un refrigerio y ni que decir de los permisos para ir al baño. Allí, todos tienen que ponerse sus pañales Huggies –con talco– y cual recién nacido, dejar que la naturaleza haga su trabajo.

¿Y la ministra de trabajo, donde está? Silbando y mirando al techo. Susana Pinilla, ha dejado de ser socialista ante las cámaras y capitalista en su despacho. Ahora sigue los conceptos de Adam Smith las 24 horas del día. A dicha señora, poco o nada le importa “el capitalismo moderno” que ya aplican muchos empresarios, donde se observa al trabajador como un socio y no como una inmundicia –cosa que nos recomienda los Estados Unidos– que hay que usar, pues otra solución no nos queda.

Para el antiguo Alan García, aquel que llenaba las plazas y no necesitaba escribir en un periódico, pues no temía que le arrojen tomates –cosa que ocurriría si hiciera un mitin como en su época de candidato– la actitud de los estibadores sería justa y digna, pues “hay que acabar con la explotación laboral”. Mas para el Alan García transmutado, aquel que nos gobierna, los estibadores son parte de la política de “el perro del hortelano”. Perro al que hay que darle un bocado combinado con algún poderoso veneno para eliminarlo. Pues, según el nuevo Alan García; “lo importante, es que tengan trabajo… el perro del hortelano prefiere al cholo desempleado y en la miseria, y ello hay que combatirlo, abaratando más al cholo…” pisoteando su dignidad, convirtiéndolo en un esclavo.

Fuente: Frases Completas.

_________________________________________________________

_______________________________________________

___________________________