El pasado lunes, hubo marchas en más de 60 países para expresar rechazo a las FARC.
Nuestro país, claro está, no podía quedarse fuera. Por ello el presidente García participo de una ceremonia donde se vivó a Colombia y se maldijo los secuestros y asesinatos de las fuerzas armadas revolucionarias colombianas.
La iglesia católica no podía quedarse fuera. Juan Luís Cipriani se hizo presente, aunque no se le vio mucho en televisión. Junto a él, un grupo de monjas, –aquellas damas tan respetables que promueven la virginidad perpetua pero usan un crucifijo para satisfacer sus deseos sexuales– con pancartas en mano, expresaban su rechazo y total repudio a los actos de violencia producidos por las FARC. Si hasta alguien se animó a decir que “no se permitirá un solo secuestro más…”
¡Qué tal “coraje”!
¡Qué “héroes” los de hoy!
¡Qué tal sinvergüenzas, éstos!
Digo yo y pregunto ¿Qué hacen Juan Luís Cipriani y el señor García, pronunciándose respecto a los derechos humanos? Probablemente lo mismo que los violadores hacen cuando les dicen a sus hijas que deben llegar vírgenes al matrimonio o cuando los “cojo mame” o los “momón” les hablan a sus hijos de honestidad y decencia.
Si pues. Es risible y nauseabundo ver a dos sujetos con las manos manchadas de sangre, ahora convertidos en defensores acérrimos de los derechos humanos. Estos son “caviares” –como diría la prensa “fujimontesinista”–.
Pero, en fin. Tampoco es, pues, que estos respetables señores, crean en los derechos humanos. La cosa aquí es luchar contra los frentes de izquierda. En este caso en particular, una izquierda putrefacta. Una izquierda lumpen que pretende llegar al poder con crímenes o –si no tienen tantas aspiraciones políticas– cambiar la ideología de una nación en base al fusil. Lo cual es aberrante.
Bueno. Retomando lo otro. Cipriani y García no creen en los derechos humanos. Y lo digo no a partir de que uno tiene en su pasado haber comandado un gobierno donde los DDHH fueron pisoteados docenas de veces o de que el otro –Cipriani– haya tenido como líder y consejero moral a un asesino. Lo digo a partir de su presente. Si estos señores tuvieran dentro de sus convicciones el respeto a la vida humana, harían también una marcha contra Estados Unidos. País que no secuestra personas. Ellos secuestran naciones enteras –con presidente, legislativo, poder judicial y todo–. País que no roba un par de millones de dólares. Sino fortunas completas para seguir dañando al mundo.
Entonces, Señor García, señor Cipriani. Haciéndoles el favor de omitir sus prontuarios, les pregunto yo ¿quiénes son ustedes para hablar de derechos humanos? ¿O acaso tales derechos, existen sólo para enfrentar a la izquierda y frente a la derecha no hay que decir nada pues perdemos vínculos comerciales, adiós globalización y se nos malogra el negocio?
Fuente: Frases Completas.
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