Exhuman 70 restos de fosa común en Putis
Este caso fue documentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación
Este caso fue documentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación
Correo llegó a los lejanos parajes de la comunidad de Putis, comprobamos el trabajo que realiza el equipo peruano de antropología forense, desde el pasado 17 de mayo con la exhumación de cadáveres.
Algunos cráneos y prendas de vestir de personas, presumiblemente, asesinadas y enterradas se encontraban al aire libre. Hasta la fecha son 70 los restos humanos entre mujeres, varones, adolescentes y niños que se hallaron en esta primera fosa.
Simultáneamente a los trabajos de exhumación, se instaló un laboratorio para la identificación de los restos de la fosa que mide once metros de largo y cinco de ancho, donde estarían enterrados más de 100 cadáveres de comuneros asesinados. Uno de los representantes de los médicos forenses, indicó a Correo que se amplió por 15 días más las excavaciones, por ser un trabajo minucioso. Dijo que es posible la existencia otras tres fosas comunes.
Horror
Este crimen atroz ocurrió en los primeros días de diciembre de 1984 cuando numerosas familias de las comunidades de Vizcatapata, Cayramayo, Sinhuamachayniyocc, Orccohuasi y Mashuacancha, acudieron al llamado de la Base Militar de Putis con la finalidad de buscar protección frente a los abusos de los terroristas, quienes los obligaron a abandonar sus hogares y vivir en las comunidades mencionadas.
Cuando llegaron, los reunieron y les dijeron que se les daría trabajo. A los varones se les ordenó cavar una fosa, supuestamente para una piscigranja, sin embargo, se trataba de un engaño, ya que en la fosa se reunió a mujeres, hombres y niños para posteriormente fusilarlos y enterrarlos.
Este caso fue documentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, donde los familiares de los asesinados dieron nombres de los oficiales que habrían participado en la matanza: el oficial “Lalo”, el teniente “Bareta” y el comandante “Oscar”.
Familiares llegan a fosa común
Enterados por los medios de comunicación, a diario llegan a la zona del horror algunos familiares para apoyar a los médicos en el posible reconocimiento de los mismos, luego de recordar hace 24 años su desaparición.
Norberto Lamilla, director de la Asociación Paz y Esperanza de Ayacucho, indicó que se coordina con instituciones públicas y privadas para cubrir los gastos del entierro de los restos, y que los cuerpos sean devueltos a sus familiares.
Fuente: Correo de Ayacucho/CARLOS BUENDÍA A.
Algunos cráneos y prendas de vestir de personas, presumiblemente, asesinadas y enterradas se encontraban al aire libre. Hasta la fecha son 70 los restos humanos entre mujeres, varones, adolescentes y niños que se hallaron en esta primera fosa.
Simultáneamente a los trabajos de exhumación, se instaló un laboratorio para la identificación de los restos de la fosa que mide once metros de largo y cinco de ancho, donde estarían enterrados más de 100 cadáveres de comuneros asesinados. Uno de los representantes de los médicos forenses, indicó a Correo que se amplió por 15 días más las excavaciones, por ser un trabajo minucioso. Dijo que es posible la existencia otras tres fosas comunes.
Horror
Este crimen atroz ocurrió en los primeros días de diciembre de 1984 cuando numerosas familias de las comunidades de Vizcatapata, Cayramayo, Sinhuamachayniyocc, Orccohuasi y Mashuacancha, acudieron al llamado de la Base Militar de Putis con la finalidad de buscar protección frente a los abusos de los terroristas, quienes los obligaron a abandonar sus hogares y vivir en las comunidades mencionadas.
Cuando llegaron, los reunieron y les dijeron que se les daría trabajo. A los varones se les ordenó cavar una fosa, supuestamente para una piscigranja, sin embargo, se trataba de un engaño, ya que en la fosa se reunió a mujeres, hombres y niños para posteriormente fusilarlos y enterrarlos.
Este caso fue documentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, donde los familiares de los asesinados dieron nombres de los oficiales que habrían participado en la matanza: el oficial “Lalo”, el teniente “Bareta” y el comandante “Oscar”.
Familiares llegan a fosa común
Enterados por los medios de comunicación, a diario llegan a la zona del horror algunos familiares para apoyar a los médicos en el posible reconocimiento de los mismos, luego de recordar hace 24 años su desaparición.
Norberto Lamilla, director de la Asociación Paz y Esperanza de Ayacucho, indicó que se coordina con instituciones públicas y privadas para cubrir los gastos del entierro de los restos, y que los cuerpos sean devueltos a sus familiares.
Fuente: Correo de Ayacucho/CARLOS BUENDÍA A.
_______________________________________________
_________________________
________
_________________________
________
No hay comentarios:
Publicar un comentario