Aunque esto implica vadear las procelosas aguas de la política cotidiana, la combinación de angustias ministeriales que sufre don Luis Chang merece al menos un post, por las consecuencias que puedan tener para un tema recurrente de este blog, la implementación del proyecto OLPC.
La ley del tercio superior es mala por varias razones, pero sobre todo adolece de irrealidad: presupone que un tercio es un tercio es un tercio, y que un bachiller de un instituto privado de la avenida Arequipa recibe una educación comparable a la de un bachiller de la PUCP, o de la San Martín si se quiere. Esto es patentemente absurdo, además de inverificable, cortesía de la inexistencia de mecanismos de acreditación de la educación superior.
Pero la defensa ardorosa del ministro Chang muestra que esta ley es parte de una visión muy aprista de la política: sin políticas públicas, sin cuadros que las inventen, lo único posible es la politiquería, la lucha por ganar espacios y conservarlos a toda costa: en este caso al Sutep, a la ultra, a los gobiernos regionales, a quién sea. Igual que en otros sectores, la constante más evidente de este año y medio de gestión Chang es completa falta de planes junto con absoluta ausencia de interés para dialogar, consensuar y darle continuidad a sus políticas. Apres moi, le deluge?OLPC es tan su proyecto como su evaluación, su tercio superior y su teleeducación.
Todas son ideas parcialmente valiosas que por falta de transparencia, coherencia y sobre todo por ser ideas sueltas terminan siendo débiles y aisladas. Ignoran la necesidad de planes a mediano y largo plazo que solo serán posibles primero, si existen como tales, y segundo, si se consensuan y se hacen de todos, no la idea brillante de un iluminado con velita misionera que se esconde tras su despacho para no dialogar. El Consejo Nacional de Educación (CNE) no será perfecto pero está intentando hace tiempo ser escuchado por el ministro sin el más mínimo éxito, como la caricatura de Carlín ilustra. Esta vocación por el solipsismo va a traer muchos problemas cuando finalmente, Chang y la USMP salgan del cuadro y el ministerio de educación pase a ser controlado por otra fracción del Apra, o simplemente por otro gobierno el 2011.
¿Sobrevivirá la XO-1? Me temo que no. Será vista como parte del fracaso, el engreimiento y la cerrazón del período Chang, como su juguete personal, propio de wannabe educacional (ignoro las credenciales hackers del ministro, pero como político sectorial es un wannabe). Estos son los defectos que le vi a la versión peruana del proyecto hace tiempo, y no ha pasado nada, incluyendo la actitud del equipo ministerial ante el CNE o haber usado la XO-1 (más muy pronto) que me hagan cambiar de opinión.
Habrá que ver qué ocurre en los próximos días, pero la posición del ministro Chang ha quedado debilitada, y me temo se convierta en un Alva Castro más. El gabinete zombie del presidente García puede durar hasta el 2011 por razones de politiquería interna del Apra, así que a agarrarse.
Fuente: Publicado por Eduardo Villanueva.
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