¿Quién era El Padrino?

Las declaraciones de Rómulo León Alegría ante la Comisión del Congreso investigadora de los petroaudios tienen doble fondo. Un aspecto ahora visible es que el Presidente Alan García conocía todos sus pasos y negocios, y que, hasta que el escándalo estalló, nada hizo por detenerlos.

Otra faceta que surge es que prácticamente todos los prohombres del gobierno y el partido estaban comprometidos en las andanzas turbias de Rómulo León. El país tiene a la vista una red partidario-gubernamental de corrupción.

Otro ángulo que se manifiesta en lo dicho por el ex ministro de Pesquería de Alan García es que altos funcionarios del régimen le adelantaron a León Alegría que Alan García se iba a lanzar con todo contra él, rompiendo una amistad entrañable y pecuniariamente provechosa de muchos años, amistad cultivada en los viveros de la “ética” del arribismo y la corruptela que corroe desde hace décadas al aprismo.

Rómulo León era miembro de un cuarteto que en el primer período de García gozó del poder para engordar sus billeteras: Alan García, Rómulo León Alegría, Remigio Morales Bermúdez y, en posición de cómplice, Agustín Mantilla.

Prueba de que García conocía de los negociados de León es que, como lo acaba de informar éste, en marzo último el primer mandatario le envió, a través del secretario de Palacio, Luis Nava, un mensaje para que cortara sus lazos con el dominicano Fortunato Canaán.

Dos cosas quedan claras: 1. Alan conocía de los vínculos León-Canaán; y 2. Sabía que éstos eran incorrectos.

Varios ministros de García desfilaron por la suite de Canaán en el Country Club: Jorge del Castillo, Carlos Vallejos y Hernán Garrido Lecca. León dice ahora que ellos aceptaron esas visitas por hacerle un favor a él.

Aquí salta la liebre. Esos funcionarios, uno de ellos presidente del Consejo de Ministros, ¿no dijeron a Alan García nada respecto de esas citas? Habría que ser muy ingenuo para creerlo. León Alegría conserva sin duda en el subsuelo de su memoria datos que por el momento no quiere revelar. Niega ciertos hechos, pero suelta otros que invitan a la sospecha.

Aseguró León ante la Comisión del Congreso que no sabe nada de regalos de Canaán al Presidente García y a varios ministros; pero admitió que Canaán ofreció a Nava unas vacaciones en República Dominicana.

¿Por qué ese generoso ofrecimiento? ¿Era una manera de “aceitar” las gestiones de León Alegría ante el jefe del Estado?

Pudiera ser más bien un obsequio al propio García, en la persona de su más cercano colaborador palaciego. Al Presidente no se le pueden ofrecer unas vacaciones de lujo en las bellas playas de Costa Rica. Sin embargo, sí podía enviar a su secretaria para recoger un regalo de Canaán.

Hay algo que sin duda Rómulo León conoce, y que podría conducir a la identificación de El Padrino de la mafia.

Fuente: César Lévano / cesar.levano@diariolaprimeraperu.com

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