Un escandalete mediático producido a mitad de semana por una frase dicha por un candidato nacionalista -durante un mitin partidario- en referencia a dos cobardes y despreciables políticos, que huyeron del país en su momento para no enfrentar a la justicia por sus delitos, desato la ira incontrolada de la derecha más rancia, del APRA fascista y de las ratas fujimoristas (más conocidos como el trío de la corrupción y la impunidad) los cuales ladraron rabiosamente y a mas no poder, a través de sus inmundos pasquines tercermundistas (entiéndase El Comercio, Expreso, Peru21, La Razón y Correo, la vergüenza de la prensa peruana) como de sus impresentables voceros en el Congreso, lo dicho por el líder de la oposición Ollanta Humala.
Como es de conocimiento público durante un acto proselitista en el Cusco, este llamó “CABRONES” a Alan García y al Genocida Alberto Fujimori, al referirse al hecho de que ambos fugarón del país para evitar ser procesados por irregularidades cometidas durante sus corruptas gestiones. “Al país lo he defendido con honor, no he violado derechos humanos como aquellos. Yo no me escapé a Japón como el CABRÓN de Fujimori, ni me fui Colombia como el otro CABRÓN de García Pérez. Yo me quedé en el Perú”, afirmó durante el multitudinario acto.
Fué patético ver en la televisión las respuestas dadas a estas frases contundentes tanto por los roedores apristas, como por los defensores de un Ladrón y Genocida condenado a 25 años de prisión por sus crímenes de Lesa Humanidad.Todos los peruanos sabemos que lo dicho por Humala es nada menos que la verdad de las cosas.
Para refrescar la memoria a los que no quieren recordar, debemos saber que Alan García, actual inquilino de Palacio, hasta ahora no explica de que vivía en Francia cuando fugo del país en 1992, para no responder por sus delitos ante los tribunales. Por todos es sabido que vivió a cuerpo de Rey en el barrio más exclusivo de París, cerca de la Torre Eiffel, adonde llegó presentándose como un “perseguido político “de la dictadura fujimorista, cuando ahora se sabe que todo fue coordinado entre ellos. Se dice que Fujimori le quito su pensión de Jefe de Estado. ¿Entonces como se mantenía? De “abogado” no, porque nunca ha ejercido. Cuando fue descubierto por un periodista viviendo a todo lujo en la capital francesa, a modo de excusa afirmó que todo lo que tenía se debía a que “trabajaba” con su camioncito de mudanzas. ¿Alguien puede creerle? Han pasado los años y hasta ahora no quiere dar ninguna explicación de ese oscuro episodio, arguyendo que sus delitos “han prescrito” y que por lo cual pudo volver al país tras la caída de la dictadura.
El caso de Fujimori es vergonzoso. Al estallar el escándalo de los vladivideos que desnudaron por completo la corrupción durante su gobierno, realizó una desesperada y ridícula búsqueda de los videos que lo comprometían y que estaban en poder de su cómplice Vladimiro Montesinos. Al obtener las pruebas del delito, fugó hacía el Japón y desde allí renunció al poder, vía fax. El sátrapa amparándose en su ciudadanía japonesa, vivió burlándose de la justicia peruana -que lo reclamaba insistentemente para ser juzgado por sus crímenes- contando para ello con la complicidad del Gobierno Japonés.
Creyéndose intocable, el cobarde abandonó su cómodo refugio y llegó a Chile, desde donde pretendía desestabilizar al Perú.
Pero no contó que fue inmediatamente detenido a su llegada como el delincuente que es y recluido en prisión, para luego ser extraditado al Perú y responder por sus delitos. Ahora se pudre en la cárcel esperando la muerte como único consuelo.
Entretanto Alan García, inexplicablemente por segunda vez en el poder, sigue libre e impune, porque mientras tenga el control de la Corte Suprema para perseguir a sus opositores y crear Cortinas de Humo, puede respirar tranquilo, pero tarde o temprano eso se va a acabar.
Sus delitos no han “prescrito”, como quiere hacernos creer, por que no son los únicos. Por ejemplo está acusado de Genocidio tanto en la Matanza de Cayara, Accomarca y el Frontón en 1986 - durante su primer gobierno – como ahora durante lo sucedido en la Masacre de Bagua.
Dichos delitos NO PRESCRIBEN. Cualquier estudiante de primer año de derecho lo sabe ¿y así se dice “abogado”?. Al final, terminara enfrentándose a la Justicia y a la larga condena que le espera. De eso no hay ninguna duda.
Fuente: cronicasdelbasurero
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