Acabo de ver que el ex secretario aprista Mauricio Mulder, denunció -con aires de paladín y en medio de una conferencia de prensa- que el hermanito del ex presidente Alejandro Toledo también compró más de 45 hectáreas de terreno a sólo 5 mil soles, lo que significa que el tráfico de tierras viene desde el gobierno anterior y que -por favor- los apristas no son los únicos. Pobrecitos... y nosotros machacándolos con el pato de COFOPRI -y por cierto sigue la investigación al congresista Édgar Núñez, o no?-.
Como dirían los niños... ¡peró qué piconazo! ¿no? Salir a decir que la corrupción viene desde la época de Toledo no es un favor que se le haga a la opinión pública ni mucho menos una pepa. Es simplemente creer que a los peruanos se nos cae la baba. ¿El señor Mulder piensa que al salir con esta denuncia vamos a evitarnos el concepto de corrupción que ensombrece a su partido? Extraño. Recordar al hermano de Toledo justo cuando Pro Inversión anunció 24 horas antes que adjudicarán los terrenos del ex aeródromo de Collique al consorcio de empresas DHMontn y CG&SAC, y por el que se pagará 57 millones de soles, 10% menos del precio real. Y de eso no dice nada Mulder.
Por qué el apristón no dice que este consorcio también le pertenece a los dueños de El Comercio y a los buenos amigos Graña -patazas de Alan-. Por qué Mulder no dice que el inmenso terreno de Colllique fue comprado décadas atrás por la Liga Nacional de Aviación con dinero de una colecta nacional -y hasta con la quincena del héroe de la aviación José Quiñones- e inscrita en los Registros Públicos con todas las de ley, y con cargo a nombre, no del gobierno de turno, sino a nombre del Estado, para una gran escuela de aviación: Porque simplemente tienen la intensión de distraernos rebuscando refritos mientras por detrás los negocios millonarios están a la orden del día.
¿Es o no corrupta esta actitud?
Vender lo que no es de uno es un atropello a la democracia, al orden jurídico del sistema. Un caballazo, un robo al Perú. Collique no es del gobierno. Y sí pues. Luis Toledo Manrique sí compró su terrenazo de 45 hectáreas en el año 2001 a S/. 5889 soles en Lurín -donde cría pollos- y lo hizo mediante el Proyecto Especial de Titulación de Tierras y Catastro Rural (PETT), pero ese era el precio de 1985, costo en el primer gobierno de Alan. Así que no molesten con el mismo rollo, y si hay que rebuscar musarañas en esa compra, que no está frente a ninguna playa y no se revende como viviendas haciendo millonarios a terceros apristas ni toledistas, que se investigue nomás.
Por que tanta alharaca aprista cuando su bancada esta con más roche que todos. Lo que hace el Presidente García con esta venta de Collique es gravísimo.
Lea el caso sobre el terreno de 12 hectáreas que el APRA le regaló en 1987 a Alberto Fujimori. Si así le regalaban a un "extraño", qué no le habrán regalado a sus compañeros de partido.
Fuente: Educación en red.
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