LA VOZ MAGISTERIAL TV

Páginas

¡POR UNA LUCHA COHESIONADA Y FRONTAL POR LA DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS ADQUIRIDOS!

miércoles, 27 de julio de 2011

CÉSAR HILDEBRANDT: "QUIENES PERDIERON LAS ELECCIONES HAN TERMINADO GANANDO EN LA MESA"



La frase del Quijote : “Ladran Sancho, señal que avanzamos”, tomó fuerza durante la campaña electoral para las elecciones generales, en efecto la oligarquía neoliberal lanzó un tenebroso plan de demolición contra el entonces candidato Ollanta Humala para impedir su triunfo, sin embargo las fuerzas populares no se dejaron intimidar ante los ladridos de la prensa mercenaria, los aullidos de los tecnócratas asalariados del poder económico, los gruñidos de las cúpulas evangélicas y católica (Opus Dei), y las rabietas de la oligarquía mercantilista; la esperanza de cambio triunfó en las ánforas. Pasado la resaca del triunfo, la mayoría -mientras dormían en sus laureles- han despertado por la batahola armada por las ratas, motivos no les faltan pues han convertido su derrota electoral en un triunfo ilegítimo. La victoria popular una vez más ha sido burlada, ahora el sentir del pueblo empieza a vocear, por calles y plazas, la sentencia: “Chillan las ratas, señal que retrocedemos”.

¿Qué pasó? ¿Qué está pasando?

Muy sencillo: lo que está pasando es que hemos regresado al Perú.

Y es que estábamos en nuestro Olimpo de entrecasa, ese que nos hace creer que vamos a ser campeones sin todavía merecerlo, ese que nos empuja a suponer que las promesas electorales -esta vez sí- se van a cumplir.

Hemos vuelto. Uruguay nos descalabró porque, aun reconociendo que hemos mejorado muchísimo, supusimos que la suerte nos iba a acompañar otra vez (como lo hizo en el partido con Colombia). Y hemos vuelto también porque el presidente electo está, con todo derecho, sincerándose e interpretando la segunda vuelta como un mandato de moderación superlativa.

Lo que Humala ha decidido esta semana pinta el horizonte que se nos avecina. Se acabó el centrismo, terminó el misterio: Julio Velarde estará en el BCR, Luis Miguel Castilla en Economía. El BCR es el caño. Economía es la cisterna. Que el prestigioso Sinesio López vaya a Cultura o que a Mocha García Naranjo la nombren en ese estúpido ministerio llamado "de la mujer", o que Rafo Roncagliolo vaya a la cancillería y hable de "la integración" como un norte (rescatando un discurso que recuerda el difunto Acuerdo de Cartagena), es lo de menos. Ni siquiera importa mucho que Kurt Burneo, un centrista de veras, vaya al ministerio de la Producción. El asunto es, como siempre, quiénes cortan el jamón. Y ese será Castilla. Por eso será que gente como Oscar Dancourt, un hombre de extraordinaria decencia, se ha largado tirando un portazo.

Luis Miguel Castilla no es un tecnócrata. Es un militante de derecha que ejerce de técnico con suma eficacia. Pero no es que vaya a ser "usable" por el presidente. Si desde el viceministerio de Hacienda de García se opuso a cuanto gasto no le pareció conveniente -incluyendo el del aumento de sueldo a los militares, a pesar de ser hijo de un alto oficial de la marina-, desde el mando del MEF dejará su huella. Lo más curioso es que Humala nombra a un viceministro de Hacienda de García mientras Marisol Espinoza dice que el gobierno de Castilla y de García está dejando bombas de tiempo y huecos financieros. ¿Alguien pronunció la palabra despelote?

Velarde se opone a levantar el salario mínimo. Castilla se opondrá, desde adentro, al impuesto a las sobreganancias mineras. Y esto que el equipo de Burneo le ha dejado al nuevo gobierno una fórmula que, mediante la apelación al término "regalías especiales” y usando como referente las llamadas utilidades operativas, significaría nuevos ingresos fiscales (600 millones de dólares en el escenario pesimista y 2.200 en el óptimo).

Ahora eso puede quedar en un segundo plano. La agresividad de la Sociedad de Minería, expuesta en ese spot en el que un mercenario entrenador de fútbol pinta como más que dañino cualquier intento de imponerle nuevos tributos a sus grandes empresas, es todo un mensaje.

Y es natural. Los mineros, los banqueros, Carlitos Adrianzén y su combo, José Antonio García Belaunde, la Mona Jiménez, todos respiran con alivio. Están envalentonados. Su prensa no cesa de advertirle al nuevo gobierno que salirse del cauce será fatal. No quieren a Chávez (como casi todos nosotros). Pero tampoco a Correa. Ni siquiera a Lula. Hasta Felipe González les parecería amenazante. Al Cristo que echaba a los mercaderes del templo lo crucificarían de nuevo.

Humala se ha congraciado con ellos poniendo a un próspero y ávido empresario como Salomón Lerner en el premierato y al hombre recomendado por "el modelo" en Economía. Fue Luis Carranza quien introdujo a Castilla en el ambiente de la burocracia alanista. Castilla venía de la Corporación Andina de Fomento, esa entidad que dirige un tipo tan repulsivamente conservador que, siendo boliviano, fue enérgicamente criticado por Evo Morales, quien llegó a pedir su renuncia. Ese señor se llama Enrique García y es el que le ha hecho creer a Humala que la CAF tiene 7,500 millones de dólares listos para ser prestados al Perú.

Se trata de un vil engaño, por supuesto. Pero parece ser que habría sido García quien le recomendó a Humala, en Venezuela, con entusiasmo, el nombramiento de Castilla, su antiguo empleado. Y a ese entusiasmo se sumaron los mensajes de PPK, la campaña de prensa de la derecha, los decisivos susurros del cónyuge.

Castilla no viene solo. Carolina Castilla, su hermana, es socia de Cecilia Blume en una consultora lobística de mucho éxito llamada CB Consult. Ambas pertenecen al grupo de mujeres más próximas a las grandes empresas y a los intereses mineros y foráneos, desde Cayetana Aljovín a Susana de la Puente.

Carranza, quien será en realidad un padrino en la sombra, es hombre del banco BBVA. Castilla, en cambio, no es sectario: tiene todas las camisetas puestas, es el número 10 del equipo Always Ready. Ambos, si es el caso, junto a Julio Velarde, se ocuparán del día a día en el tema de la vigilancia del modelo. Será el huachimanato mejor pagado del Perú.

De ese modo -dicen los bien intencionados- el presidente dejará de tener el frente de los empresarios abierto y podrá dedicarse a lo suyo: los programas sociales, la seguridad, los remanentes de Sendero, la piedad.

Pero ocurre que la gente no ha votado por Caritas. Y en el sur nadie quiere toledismo mutante ni mucho menos alanismo con charreteras y sin labia.

¿Todo esto es consecuencia también de la influencia que un demandante Toledo ejerce sobre su socio congresal? No parece. De hecho, con excepción de Bruce, Perú Posible quiere una alianza franca y sin mayores condiciones (y en esta decisión ha pesado más la cúpula que el propio Toledo).

Pero Humala está convencido de que si da señales correctas al mercado, tendrá cancha libre para repartir su misionero paquete de ayudas puerta a puerta. Se equivoca. La derecha ya olió a sangre y quiere más. Y querrá más. No parará hasta tener a Humala en el bolsillo.

¿O es que la derecha, a raíz del caso Alexis, ha entendido que está ante un presidente vulnerable y, de algún modo, conversable?

Sea lo que fuere, la verdad es esta: hemos vuelto al Perú de casi siempre. Quienes perdieron las elecciones han terminado ganando en mesa. Ahora lo sabemos: la hoja de ruta conducía a un nuevo rally. El Perú quiere tanto a sus hijos que se los devora. Propongo abolir las elecciones, que me tienen podrido, y decretar que una dinastía sin fin -la de los Aurelianos Buendía, por ejemplo- nos dirija hacia la ruta "del progreso dentro del orden", que era el lema del mítico patriarca de García Márquez. Lo digo en serio. Así por lo menos nos ahorraríamos la banalidad teatral de ir a votar.

Fuente: Hildebrandt en sus trece.


_____________________
___________
_____

No hay comentarios:

Vozme



MAESTRO NO INCORPORARSE A LA CPM, NO VENDAS TUS DERECHOS POR UN PLATO DE LENTEJAS