Cuando presentaron al
nuevo premier Juan Jiménez, llamándolo el “gabinete del diálogo”, creíamos que
se iba a priorizar el diálogo en contraparte a la represión indiscriminada; sin
embargo el gobierno cívico-militar-minero de Ollanta Humala parece que no
conoce otras formas de solucionar los reclamos sociales, sino pretende infundir
el miedo con detenciones arbitrarias y golpizas brutales efectuadas por la
policía y agentes civiles, nuevos mastines cancerberos del Ollantismo.
La represión es la
fuerza de los que no tienen argumentos razonables, en efecto el gobierno
pretende imponer por la fuerza bruta una nueva “Ley de Reforma magisterial” que
representa el continuismo del modelo educativo iniciada durante la dictadura de
Fujimori, cimentada por el “Felipillo” Alejandro Toledo con la Nueva Ley
General de Educación 28044, continuada por el megacorrupto Alan García con la
ley de Carrera Pública Magisterial 29062; sin embargo ahora se pretende obligar,
en forma compulsiva, el paso a este nuevo régimen laboral que liquida los
derechos adquiridos de los maestros y, lo más grave, se pretende derogar
nuestra ley del Profesorado 24029, con el beneplácito de la cúpula traidora del
CEN del Sutep.
El último viernes 28,
ante las protestas pacíficas del magisterio en huelga, cerca al ministerio de
educación, las huestes policiales arremetieron sin importarles la integridad
física de los maestros y maestras que sufrieron salvajes golpizas y detenciones
arbitrarias, imitando a la policía militarizada de las dictaduras de Morales
Bermúdez y Fujimori
Durante los lamentables
sucesos hicieron su aparición agentes civiles que fueron grabados por los
maestros, en particular un abominable sujeto (Ver foto) que dirigía las
detenciones arbitrarias, dirigiendo las salvajes golpizas contra los maestros
que sólo hacían uso de su derecho a protestar en forma pacífica cerca del cruce
de la Av. Canadá con Aviación. Este agente valentón y abusivo daba las
órdenes a la policía montada para que arremetieran contra los inermes maestros
y maestras.
Estos agentes cancerberos, herederos de la policía Fujimontesinista, bajo el pretexto de la “obediencia debida” se convierten en violadores de los derechos más elementales en toda democracia; sin embargo las personas de bien repudiamos sus actitudes matonescas e instinto criminal de estos siniestros personajes que creen que se encuentran por encima de la Ley
Estos agentes cancerberos, herederos de la policía Fujimontesinista, bajo el pretexto de la “obediencia debida” se convierten en violadores de los derechos más elementales en toda democracia; sin embargo las personas de bien repudiamos sus actitudes matonescas e instinto criminal de estos siniestros personajes que creen que se encuentran por encima de la Ley
A estos envalentonados y
abusivos agentes deberían mandarlo al VRAEM a combatir a los verdaderos
remanentes del terrorismo y no estar masacrando a maestros que hacen uso de su
derecho a la protesta.
La lucha del magisterio
es justa, sus reclamos son legales, por lo cual la represión sólo hará que los
maestros sigan con la huelga indefinida; la fuerza de la sin razón no doblegará
las protestas, menos las golpizas ni las detenciones arbitrarias, porque los
maestros de provincias son ejemplos de lucha.
Fuente: Sute 17
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