Resulta alarmante y sobre todo preocupante que vivamos bajo el régimen de un gobierno que no escucha la demanda de su población, demandas que se sustenta en un pedido justo el cual busca proteger a como de lugar la biodiversidad forestal de nuestros bosques amazónicos.
Definitivamente estamos sufriendo todos las consecuencias de las afiebradas decisiones palaciegas, las cuales, en un gesto de total intolerancia e imposición, pretende aplastar la decisión de los pueblos indígenas de proteger sus tierras del saqueo continuo de sus recursos y sobre todo, de las agresivas pretensiones que buscan dar en concesión millones de hectáreas de Selva en manos de empresas privadas, que han demostrado su mínima capacidad de respuesta para proteger y conservar el frágil equilibrio ecológico en la zona.
Antecedentes sobran para poder probar que la responsabilidad social de las empresas trasnacionales es deficiente, incluso cuando en sus países de origen respetan las leyes de conservación de medio ambiente. Por ejemplo, Pluspetrol arroja a las aguas del Río Corrientes metales pesados como Bario, Cadmio, Plomo, Benceno, Mercurio, Arsénico, todo revuelto en una cazuela de aguas de formación que están a 80 grados centígrados de temperatura y que, en vez de ser reinyectadas como mandan los estándares internacionales, son lanzadas al río a un promedio de un millón trescientos mil galones por día. Es decir, todos los días y a toda hora Pluspetrol chorrean su carga sobre las aguas que daban de comer a ocho mil indios de la etnia Achuar.
Esas aguas, examinadas por las autoridades estatales, arrojan resultados que las hacen imbebibles y tóxicas para los peces que las respiran. Peces, que los Achuar se ven obligados a comer, son el pasaporte del plomo, bario y cadmio que, en cifras anormales, causan afecciones hemorrágicas en los nativos.
Pluspetrol, que hace aquí lo que en Argentina no le permitiría hacer, manifiestan que no la dejan trabajar mientras que el Presidente García (Autor de las masacres de Cayara, Accomarca y del Frontón) añade que hay que detrás de las protestas intereses internacionales para que el Perú no salga del subdesarrollo.
La producción actual de Pluspetrol es de 50,000 barriles diarios de crudo semipesado, cifra importante en la producción de hidrocarburos, pero no más importante que la vida de toda una etnia envenenada durante cuarenta años. Estos nos lleva a la pregunta, ¿Cuánto vale una vida de un miembro de la etnia Achuar? Para el Estado, vitalicio cómplice de las petroleras, muy poco. Tan poco que, a pesar de las protestas de los indígenas de la zona se les considera delincuentes comunes, dignos de ser reprimidos a balazos sin preocuparse cuentos de ellos mueran por defender lo que por centenares de generaciones le pertenece y supieron conservar.
En estos momentos, la represión policial ha ocasionado la muerte de civiles e indígenas, lo que demuestra una vez más que la tendencia represiva y criminal del Gobierno Aprista. Estos en su inmensa irresponsabilidad muestran su lado intolerante y represivo, culpando al nacionalismo de estar conspirando contra su gobierno alegando un supuesto derecho y razón al uso de la fuerza para silenciar la protesta imponiendo una ley que es a todas luces inconstitucional.
En el Perú, los derechos humanos de la población son una ficción moral para este gobierno intransigente y soberbio, que sin fundamentos racionales avala la represión. Con un Congreso cuya mayoría parlamentaria ha capturado la democracia convirtiéndola en su ramera, para hacer con ella lo que se le antoje, mancillando su nombre y significado, ha contribuido a incrementar la desconfianza de las poblaciones en el régimen democrático orientándolos hacia tendencias radicales. Es por ello que, tanto el partido de Gobierno como sus ministros son responsables de dañar la imagen de la democracia así como en la pérdida de vidas tanto de policías como de civiles.
¿Quién ha ordenado disparar contra los nativos? ¿Quién ha ordenado utilizar armas de fuego en la ciudad de Bagua Grande para perseguir a los manifestantes? ¿Quién responderá por la muertes ocasionadas por la intolerancia y la soberbia de un mandatario que impone su enferma voluntad sobre los derechos de los pueblos originarios? Estas son preguntas que la historia se encargará de responder tarde o temprano, a pesar de la complicidad de los medio de comunicación consorciados con el Estado para mantener en silencio las muertes de tantos hermanos indígenas.
Cómplices de los crímenes cometidos serán aquellos que no se pronuncien contra el homicidio que realiza el Estado en estos momentos contra la población. No podemos construir acuerdos en base a balazos y crímenes, debe detenerse de inmediatos estas abusivas acciones e iniciar el diálogo produciendo a derogar los decretos que han contribuido una vez mas a incentivar el desgobierno, la revuelta y el rechazo a un modelo que ha fracasado en el mundo, el modelo de la fascista democracia de derecha. ¿A quien deben de encarcelar a Pizango o a alan García?
Por eso resultan indignantes las declaraciones de Yehude Simon y de la Ministra Cabanillas quienes ante la pregunta del periodista de Perú 21 si pensaban renunciar contestan con una soberbia supina que ellos como defensores de la democracia no tienen por qué renunciar.
Para ellos, defender la democracia es pasar por encima de otros sin importarles sus derechos, imponerle al pueblo vía la fuerza de las armas sus oscuros intereses.
Este día quedará registrado en la historia del Perú, igual que el primero de mayo o el ocho de marzo, como el día del respeto a la dignidad de las comunidades nativas.Que este crimen no quede impune. Este genocidio también es de lesa humanidad por lo que Alan García, Yehude Simon, Mercedes Cabanillas tendrán que ser condenados en un futuro próximo al igual que el japonés Alberto Fujimori.
Fuente: Publicado por Orlac.
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